17 de noviembre de 2014

Emoción Televisada

Emoción televisada, eso es lo que vivimos este domingo en el programa Viajando con Chester gracias a la entrevista realizada por Risto Mejide a María Belón. Superviviente nata de una de las mayores catástrofes de la historia, madre de familia y abogada de profesión, consiguió con su entrevista emocionarnos como hacía tiempo que no nadie lo hacía en televisión.

Durante la entrevista María nos transporta 10 años atrás, al Tsunami que en 2014 ahogó las vidas de más de 230.000 personas. Con una voz quebrada a ratos, nos hizo partícipes de su historia, esa historia que llegó a las pantallas en 2012 plasmada en la cinta de Juan Antonio Bayona bajo el título de “Lo Imposible”.



Conforme transcurre la entrevista, María se emociona y nos hace emocionarnos cada vez más gracias a hacernos partícipes de la historia. Bajo la frase de “Recuerdo golpes,  y un pensamiento de ojalá ya se hayan muerto mis hijos” la protagonista se rompe y el espectador se conmueve. Ella misma quería morir en ese instante, en ese sufrimiento y pensaba en alguna razón por la que vivir, razón que encontró al ver a su hijo Lucas, el mayor de sus tres hijos, y la razón por la que luchar por seguir viviendo.

Pasan los minutos y la emoción continúa a cada respuesta que nos brinda, a cada palabra que articula, a cada situación narrada. Hay cantidad de momentos que contar y que destacar, pero hay uno, que rompe a la protagonista, ya que en el hospital ayudó a una mujer a salir del shock en el que se encontraba, para posteriormente oír de su boca que su nombre era Simone. María no puede contenerse y se rompe, nos muestra una vez más la emoción, los sentimientos, su experiencia vivida, y le responde a la mujer “te tengo que cambiar el nombre, porque mi hijo pequeño se llama Simón”. Duro testimonio, ya que como bien aclara, para ella su hijo estaba muerto en ese momento.

A continuación, y bajo un halo de humor, nos relata cómo durante la noche en el hospital, esa misma noche después de vivir el episodio anteriormente contado, y bajo una alerta de tsunami, María le dice a su hijo Lucas “¿Te subes y morimos juntos?”. Humor, si, aunque en frio pueda parecer lo contrario, pero llevado a la situación límite que vivió esta familia el humor es un flotador que necesitaron para poder salir a flote.

Por último, ante una perpleja María, Risto lanza una pregunta que hace pensar y que no encuentra respuesta, al menos por ahora. “¿Crees que el dolor se acumula y la felicidad no?”, excelente pregunta que tardará tiempo en ser respondida por la protagonista.

Entrevistas como éstas cargadas de sentimientos, de emoción, de verdad, son las que hacen de Viajando con Chester un gran programa, y de María Belón una gran mujer y una superviviente nata. 

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